Me entero por un artículo en Business Week (cuya traducción encuentro en Gurus Blog) de la existencia de Tanya Andersen, ama de casa, 45 años, con hijos a su cargo y con una pensión por discapacidad de 1.400 dólares mensuales, ha sido una de las ciudadanas norteamericanas denunciadas por la RIAA (Sociedad de derechos de autor) por descargarse música de forma supuestamente ilegal. De no llegar a un acuerdo con la entidad (pagando una multa de entre 4.000 y 5.000 dólares), sería demandada.
Lejos de venirse abajo, fue a juicio, entregando su ordenador incluso a la RIAA para que pudiese evaluarlo y demostrar así que ella no había compartido 1288 canciones en mayo de 2004 bajo el seudónimo de Gotenkito. Ese informe técnico nunca llegó al juzgado y retiraron la demanda siempre que Tanya Andersen no les demandara pero ella se negó y la RIAA tuvo que pagar las costas de juicio (unos 300.000 dólares).
Por si esto fuera poco, decidió demandar a la RIAA, la SSC, MediaSentry, Warner Music Group, EMI Group, Sony BMG Music Entertainment, y Universal Music. Los abogados de Tanya consideran que los datos de direcciones IP recopilados por MediaSentry por encargo de la RIAA y que sirvieron para iniciar la campaña de acoso judicial contra particulares pueden contener errores que pueden haber llevado a acusar de forma errónea a unas 8.000 personas, un 20% del posible listado de infractores.
El juicio está aún por llegar y decidiéndose los términos en fase pre-procesal. "Por la razón que sea, se me ha entregado esta oportunidad única para luchar con esto. Siento cierta responsabilidad y quiero ayudar a otros. Eso es lo que me empuja", dice Andersen desde Portland (EEUU).