Más de la mitad de los europeos son ahora usuarios habituales de Internet; el 80 % de los mismos tienen conexiones de banda ancha y el 60 % de los servicios públicos de la UE es totalmente accesible en línea. Dos tercios de las escuelas y la mitad de los médicos utilizan conexiones rápidas a Internet gracias al fuerte crecimiento de la banda ancha en Europa, según un estudio de la Comisión Europea.
El caso español mantiene sus indicadores habituales. La oferta menos cara de Internet con velocidad de un mega está en Holanda con 14 euros y la equivalente más barata en Eslovaquia, 49. España sigue estando, según la estadística de la Comisión, por encima de la media de la UE-27 en cuanto al precio del ADSL, que aún cuesta más de 30 euros. A menor penetración, mayor precio.
Aunque destacamos en la administración electrónica (un 70% de los servicios posibles están disponibles en Internet) o en la disponibilidad de redes de banda ancha, la penetración en hogares sigue por debajo de la media europea, a pesar de que las recientes incorporaciones de países han rebajado ciertos porcentajes. Lo peor, según la Comisión, es que el crecimiento sigue siendo lento. Eso sí, en empresas, somos los segundos de la UE.