Como sabéis, recientemente ha sido aprobada una reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que prohibe desproteger. Esto se ha hecho sin alterar el preexistente derecho a la copia privada, lo cual resulta evidente por el hecho de que el artículo 161 permite demandar a los autores o cesionarios si el DRM (Digital Restrictions Management) impide la realización de copias privadas.
Más aún, para que el desproteger sea ilegal, la desprotección ha de ser hecha "a sabiendas o teniendo motivos razonables para saberlo" (art. 160 LPI), requisito que difícilmente se cumple en el caso del 99% de la población (casi totalmente ignorante en materia de ordenadores) a la hora de usar programas como el DVDShrink, que hacen cosas tales como permitir quitar el audio en italiano y chino, quitar los extras, y recomprimir el vídeo si ello es necesario para que quepa en un DVD de 4,7 GB. ¡Ah, sí!, se me olvidaba, el DVDShrink también desprotege el DVD, si ello es necesario, de forma transparente al usuario. Lo cual no lo sabe ni tiene motivos razonables para saberlo el ya mencionado 99% de la población.
Así pues, nuestros legisladores ha aprobado una ley que, por un lado, sigue permitiendo la copia privada como antes, y por otro prohibe desproteger. Entonces, ¿para qué prohiben desproteger?. La clave para entender esto está en no asumir como cierto lo que la SGAE y compañía nos dicen. Es decir, según ellos el DRM está para impedir las copias no autorizadas por el autor, a pesar de que es obvio que no sirve para eso (cualquier DRM se puede romper, incluso sin ser consciente de ello, si se usa el programa adecuado). Más aún, si el DRM fuera eficaz para impedir hacer copias, entonces no sería necesario que una ley prohiba saltárselo, dado que no se podría saltar.
Ahora bien, si el DRM no sirve para impedir copiar, entonces, ¿para qué sirve?. Pues para definir con toda granularidad y detalle lo que el autor (o cesionario) tiene a bien permitir o prohibir que se haga con su obra. Por ejemplo, que sólo puedas ver una peli durante un día, que sólo puedas oír una canción en una máquina determinada, que no puedas pasar lo que has comprado al formato que a ti te interese, que una peli de Cantinflas comprada en Méjico a precio mejicano no se pueda ver en España (característica que ya está en los DVDs), o cualquier otra restricción que se os ocurra.
La idea básica es restringir, dar lo mínimo que sea posible dar para que el comprador, casi siempre poco informado, compre, y si después quiere más, que pague otra vez. En algunos libros electrónicos, se impide incluso que el lector pueda copiar un párrafo del libro en el portapapeles, o que un ciego pueda disfrutar del libro mediante la conversión a voz.
Visto desde esa perspectiva, tiene sentido que prohíban saltarse el DRM. Quieren que vayamos a una nueva era, en la cual lo que puedes hacer con la obra no esté definido por el hecho de si tienes o no una copia de la misma, sino por complejos y cada vez más avanzados y versátiles sistemas DRM. Quieren que abandonemos la era del "permiso para tener (o no) una copia", y que vayamos al "permiso para ver esta peli este jueves, en esta máquina, y en este país, y sin saltarse los anuncios aunque hayas pagado". En otras palabras, el prohibir saltarse el DRM es una de las mayores sustracciones de derechos que se hayan visto en mucho tiempo.
De momento nos salvamos de lo peor porque sigue existiendo el derecho a la copia privada. Es decir, porque han echado números y actualmente les sale más a cuenta seguir cobrando el canon. De momento, podemos obtener legalmente una copia desprotegida que no contenga restricciones. Ahora bien, la propia ley faculta al gobierno para restringir en el futuro la copia privada en relación al DRM, a través de un simple real decreto de esos que se firman antes de desayunar (véase la Disposición adicional primera). El mismo día en que la SGAE, las discográficas, y las productoras de cine consideren que el canon no les sale rentable, adiós a la copia privada de obras con DRM. A partir de ese momento, prepárate para comprar otra vez el disco cuando cambies de reproductor porque el formato anterior ya no lo soportan los fabricantes y no estás legalmente facultado para pasar las canciones a un formato más moderno.
Ante esto, con el Parlamento y el Gobierno en el bolsillo de la SGAE, sólo hay una solución: No comprar ni alquilar nada que lleve DRM (lo cual incluye DVDs, así como Blu-Ray y HD-DVD). El paso definitivo (poner el DRM por encima de la copia privada) sólo lo darán si les sale rentable. No compréis aparatos que soporten WMA o WMV (formatos con DRM), comprad siempre aparatos con mp3 o DivX (formatos sin DRM). No paguéis nunca por una copia con DRM, o mejor aún, no paguéis nunca por una copia. Si quieren ganar dinero, que lo ganen en los conciertos y en las proyecciones de cine y emisiones de TV. Que se adapten a los nuevos tiempos, que se olviden de ganar dinero con las copias, porque eso es algo obsoleto desde el momento en que se inventaron las grabadoras.
Enlace de interés:
congreso.es/public_oficiales/L8/CONG/BOC…A_044-20.PDF
Respecto al final, diría que no es desde que se inventaron las grabadoras, es desde el momento en que tenemos, como afirma Enrique Dans, "productos bits". Actualizado: Campaña «Defective By Design», defectuoso por diseño (vía Menéame).