Este fin de semana conocíamos una noticia que puede traer cola. El BPI (Industria Fonográfica Británica) y la IFPI (Federación Internacional de la Música Fonográfica) demandarán a 28 británicos en virtud de una sentencia del Tribunal Superior Británico que obliga a sus ISP, en 14 días como máximo, a facilitar sus datos. "A simple vista, este parece ser un fuerte caso de infracción de los derechos de autor", dijo el juez Blackburneen en un comunicado divulgado por la BPI. Precisamente, el Tribunal Supremo en EEUU falló en contra de la RIAA (Industria Musical Americana), en este mismo sentido, cuando pedía al proveedor Verizon los datos de sus clientes -unos 5.400- por intercambiar música y vulnerar supuestamente la Digital Millennium Copyright Act.
Directivos de la BPI han afirmado que llevan meses advirtiendo que compartir ficheros es ilegal y que más procesos están aún por llegar. "Hemos resistido tomar decisiones legales hasta donde hemos podido", comentan fuentes autorizadas. Toda vez que tengan los datos en su poder (de momento tan sólo es una lista con IPs), se pondrán en contacto con los supuestos infractores y les darán la oportunidad de resolver el caso. También han logrado que el sitio web hugedomains.com/domain_profile.cfm?d=jetgroove&e=com deje de ofertar una larga lista de canciones por no pagar los royalties que debían.
Y aquí llegamos al punto en que se encuentran en otras partes de Europa, donde para no dirimir la cuestión en los tribunales se han resuelto estas disputas por miles de euros. Otros están en proceso y tanto la BPI como la IFPI anuncian que empezarán a extender las demandas por el viejo continente. La lista de países afectados es larga: Francia (50 demandas civiles de la SCPP), 100 personas en Austria, 300 en Dinamarca (67 ya han pagado más de 13.000 euros), 100 en Alemania (16 han pagado en demandas civiles una media de 4.000 euros), 30 en Italia (aún en proceso) así como otros procesos pendientes en EEUU.
Peter Jamieson, mandatario de la IFPI (1.450 miembros de 75 países), afirma que la época de bajar canciones está a punto de terminar y que los "amantes de la música" deben pagar por ella, bien sea online, bien a través de las tiendas autorizadas para su venta. Recuerda que llevan más de un año discutiendo las pérdidas, ilegalidad y problemas que supone el mal uso de los programas P2P -se nombran a todos- y resume el futuro en esta frase: "Now, finally, we are at the point where the law has to be enforced".
Fuente: News de BBC