El operador de telecomunicaciones por cable Ono presentó ayer sus resultados correspondientes a 2002. Destaca el hecho de que, por vez primera, su resultado neto refleje unos beneficios de 32,12 millones de euros. Esto se ha debido a los resultados extraordinarios como consecuencia de la recompra de bonos. No obstante, los datos anuales muestran una buena evolución del grupo. De hecho, crecen sustancialmente los ingresos y, por vez primera, se logra un EBITDA positivo.
El operador de telecomunicaciones por cable Ono hizo públicos ayer sus resultados al cierre del ejercicio de 2002. Las cifras, en líneas generales, son buenas. Durante el pasado año, el grupo aumentó sus ingresos en un 76,48%, hasta los 253,44 millones de euros, el 92,5% de los cuales proceden de servicios al mercado residencial, y el resto, de servicios a empresas. Este incremento ha venido provocado principalmente por el aumento del número de clientes y a la subida de los ingresos medios por cliente. En concreto, el número de abonados se incrementó un 44%, hasta cerrar el año con 480.296, y el ingreso medio mensual por cliente aumentó un 11%, hasta los 50,7 euros.
Los gastos de explotación de Ono también se incrementaron, aunque en mucha menor medida: en concreto, un 18,18%, hasta los 237,50 millones de euros. De esa cantidad, 88,40 millones correspondieron a consumos de explotación, y 149,10 millones, a gastos operativos. Ese control rígido de costes (en el que ha influido el Expediente de Regulación de Empleo presentado por la operadora el pasado año), unido al aumento de los ingresos, provocó que, por vez primera, la compañía cerrara el ejercicio con un EBITDA positivo de 15,94 millones, frente a los 57,36 millones de pérdidas de 2001. No obstante, el resultado de actividades ordinarias, tras amortizaciones e intereses, aún refleja unas pérdidas de 195,50 millones de euros, si bien un 35,53% inferiores a las del año precedente.
Sin embargo, el resultado neto de la compañía fue de 32,12 millones de euros en positivo. Esto se explica por los resultados extraordinarios, debido especialmente a la recompra, un 30% por debajo de su valor nominal, de 533 millones de euros de deuda en bonos de alta rentabilidad. Esa operación generó para la compañía una plusvalía de 343,60 millones de euros. Las amortizaciones aceleradas y provisiones por depreciación de descodificadores dejaron finalmente esta partida de resultados extraordinarios en 174,18 millones de euros en positivo. Sin ello, Ono habría registrado unas pérdidas de 194 millones de euros, frente a un saldo negativo de 216,9 millones de euros en 2001. En cuanto a las inversiones, ascendieron en el 2002 a 245 millones de euros, cifra similar a la de 2001. Los hogares pasados por la compañía son ya 1,76 millones (un 26% más), y la tasa de penetración es del 32,7%, 2,6 puntos porcentuales más que en el 2001.